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PERFECCIONISMO

Auto-exigencia excesiva y sus consecuencias

“El perfeccionismo no es una búsqueda de lo mejor. Es perseguir lo peor de nosotros, la parte que nos dice que nada de lo que hagamos será nunca lo bastante bueno.” Julia Cameron.

¿Sueles ponerte metas inalcanzables? ¿Pretendes llegar a todo, y hacerlo a la perfección? ¿Te cuesta estar satisfecho/a con el resultado final? ¿Te sientes a menudo culpable por no haber hecho lo que deberías? Es posible que te estés imponiendo una autoexigencia excesiva que, lejos de ayudarte a llegar más lejos, se puede convertir en un obstáculo para avanzar o incluso afectar a tu bienestar y estado de ánimo.

¿Cuándo hablamos de personas autoexigentes en exceso o perfeccionismo?

La autoexigencia puede ser un aspecto constructivo de nuestra personalidad, que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos en el ámbito laboral, familiar o social. Ser autoexigentes nos ayuda a crecer como personas, a mejorar y superarnos, a evolucionar… No obstante, esta autoexigencia llevada al extremo se puede volver en nuestra contra. Estaríamos hablando, por tanto, de una autoexigencia destructiva.

Pero, ¿cuándo hablamos de una autoexigencia excesiva? Los principales rasgos de una persona autoexigente o perfeccionista son:

  • Ponerse metas inalcanzables y estándares de calidad desmedidos.
  • Hacer depender tu valor personal única y exclusivamente de tu habilidad para conseguir esas metas y estándares.
  • Muy baja tolerancia a los errores y la frustración.
  • Un lenguaje interior déspota y autoritario.
  • Menospreciar los logros.
  • Tendencia a enfocar en lo
  • Autoestima
  • Baja capacidad de adaptación o improvisación.
  • Alta necesidad de control.
  • Comparación constante con los demás.
  • Insatisfacción, nunca es suficiente.
  • Las metas inalcanzables pueden desembocar en ansiedad.

perfeccionismo y ansiedad

Consecuencias de una autoexigencia excesiva o perfeccionismo disfuncional.

La autoexigencia excesiva o perfeccionamiento disfuncional puede tener importantes consecuencias en nuestra bienestar y estado de ánimo, también puede generar estrés negativo y perjudicial, además de interferir en la consecución de proyectos vitales.

Veamos las principales:

  • A nivel social puede generar pérdida de amigos o aislamiento debido a su necesidad de ser el mejor en todo.
  • Desde lo emocional puede generar tristeza, ansiedad, estrés e incluso derivar en una depresión.
  • En lo que se refiere a aspectos físicos, nos puede ocasionar agotamiento físico, tensión muscular o problemas digestivos, entre otros.
  • A nivel cognitivo, pensamientos rumiantes, bloqueo o baja capacidad de concentración.

Consejos para lograr una autoexigencia constructiva

Para aquellas personas que se hayan sentido identificadas con alguno de los aspectos descritos anteriormente y que crea que puede estar sufriendo las consecuencias de una autoexigencia excesiva, os dejo algunos consejos que pueden poner en práctica.

  • Trabaja una buena comunicación interior, háblate desde el respeto y el cariño. Olvida los “deberías” y cámbialos por “preferiría, querría”.
  • Evita los términos dicotómicos, como todo o nada, bueno o malo.
  • Planifica bien tus objetivos y busca expectativas realistas.
  • Valora de forma objetiva lo que haces y evita centrarte sólo en lo negativo.
  • Aléjate de la presión y busca más la automotivación.
  • Analiza los errores para aprender y no para flagelarte.
  • Valora también el proceso y no sólo los resultados.
  • Inspírate en los demás.

En la consulta te podemos ayudar a poner en práctica estas recomendaciones y transformar tu autoexigencia destructiva en un aspecto constructivo de tu personalidad.

En los casos más extremos, el perfeccionismo puede enmascarar un T.O.C. Trastorno Obsesivo Compulsivo