Discutir en pareja

Cuando nos encontramos en una relación de pareja, sobre todo en parejas de larga duración, gran parte de las decisiones que se toman son compartidas.

¿Dónde nos vamos de vacaciones? ¿Tenemos hijos? ¿Qué hago con mi trabajo? ¿Cómo gestionamos nuestra economía?

Son todas estas decisiones compartidas las que dan lugar a desacuerdos, que si se canalizan de manera adecuada, pueden dar lugar a discusiones productivas, mientras que mal gestionadas, dan lugar a discusiones destructivas.

Tipos de Discusiones de Pareja

Discutir es, por definición, examinar y tratar entre varios un asunto o un tema proponiendo argumentos para analizarlo, explicarlo, solucionarlo o llegar a un acuerdo sobre dicho tema. De esta definición se extraen dos tipos de discusiones:

Discusiones destructivas

Las discusiones destructivas son aquellas que lejos de intentar afrontar el tema de disputa se disgregan a otros ámbitos y se acaban convirtiendo en una pelea, donde lo que se busca es “ganar” en vez de llegar a un punto de acuerdo. Estas discusiones pueden incurrir en faltas de respeto y convertirse en un pulso de egos alejado completamente del tema de discusión

Las discusiones destructivas son dañinas para la relación, y se caracterizan por la presencia de determinados elementos:

  • Críticas personales: Cuando una discusión sobre un tema concreto deriva en una crítica hacia la persona la discusión es altamente destructiva. Ya no se está evaluando el tema, sino que se pone en tela de juicio la capacidad de la otra persona para tomar decisiones o defender sus argumentos.
  • Desprecio: El desprecio es uno de los signos más claro de que la discusión es destructiva. El desprecio se manifiesta mediante hostilidad, insultos, humillación o sarcasmo. No persigue llegar a un punto común sino minusvalorar a la otra persona.
  • Indiferencia: La actitud indiferente hacia la opinión del otro es uno de los signos más claros de que una discusión es altamente destructiva. Cuando se actúa con indiferencia el mensaje que se transmite es que la opinión del otro no tiene peso alguno en el proceso de toma de decisiones, de modo que queda excluído de algo que os atañe a ambos.

Discusiones constructivas

Las discusiones constructivas buscan encontrar un punto de común acuerdo mediante la exposición de argumentos, la escucha activa y la negociación. Este tipo de discusiones no sólo no son malas, sino que son necesarias dentro de una pareja sana. Las personas son diferentes por definición y es normal que no siempre se tenga la misma perspectiva de la realidad. Las parejas que discuten de forma constructiva enriquecen su pareja mediante el reconocimiento mutuo como entes diferentes, completos y con valores distintos.

El objetivo de toda pareja debe ser el discutir de forma constructiva sobre los temas que les atañen a ambos, partiendo del objetivo de alcanzar un consenso respecto a las decisiones que se toman.

Consejos para Discutir en Pareja

  • Estas delante de alguien a quien quieres. No se trata de hacerle daño.
  • No te limites a exponer el problema. Aporta posibles soluciones
  • Mantén una actitud proactiva en vez de reactiva durante la discusión. La proactividad implica escuchar de forma activa y replantear sus argumentos integrándolos con los tuyos propios. Reactividad implica centrarse en sus argumentos y denostarlos o minusvalorarlos de acuerdo a tus propios constructos. La proactividad ayuda a conseguir el consenso, la reactividad induce a la discusión destructiva.
  • Se flexible respecto al punto de vista del otro… y respecto a tu propio punto de vista. El consenso requiere una postura común, alcanzar esa postura es difícil sin que ambas partes hagan renuncias o lleguen a acuerdos.
  • Dale tiempo a la otra persona: Puede que el tema de discusión sea algo que lleve en tu cabeza mucho tiempo, pero si es información nueva para la otra persona puede ser que necesite tiempo para ver las cosas con perspectiva.
  • No se deben evitar las discusiones. Pero siempre, mantenerlas con respeto y educación.
  • Si durante la discusión se pierde de perspectiva el tema original y se empieza a discutir de otros temas de la pareja, es conveniente parar la discusión, tomar espacio y retomarla más tarde.

¿Cuándo acudir a Terapia de Pareja?

Si las discusiones en pareja acaban siempre en una vorágine de acusaciones, críticas, insultos y desprecios, es necesario reeducar el modo en que ambos afrontan la discusión. En estos casos es conveniente acudir a un especialista que pueda dotar a la pareja de recursos prácticos y sencillos para poder canalizar esas discusiones hacia un entendimiento enriquecedor.